PARACAS

No esperaba visitar este maravilloso lugar pero confieso que volvería allí antes que a ningún otro lugar del sur de Perú... para descansar y disfrutar de buen marisco frente al mar.
No daré lecciones de zoología a nadie ni voy a copiar de otras web ni de libro alguno. Simplemente daré mi versión y mis impresiones







Llegamos desde la peligrosa (dicen) ciudad de Pisco en un taxi nada barato. En Paracas tuvimos la suerte de pillar un hostal barato y aceptable a la orilla del mar. Esto en España no quiero imaginar el precio que tendría.... Nos sentíamos como reyes. Casi nadie de turismo (algún japo extraviado y otras guiris) y un lugar tranquilo y apacible como no lo había imaginado en Perú. Es un pueblo marinero de pescadores que está despertando a las mieles del turismo cada vez más numeroso. Y hay dos atractivos: las Islas Ballestas y el llamado "Candelabro" que es el fondo de estas páginas y uno de los grandes enigmas de Perú junto con las líneas de Nazca. Lo más divertido que nos sucedió por la noche es que queríamos cenar algo "marisquero" y había tan pocos tan pocos turistas que al pasearnos por delante de los ocho o diez restaurantes nos sentíamos literalmente acosados:
-"Oiga coma aquí con nosotros tenemos buen marisquito barato"
-"Tómese un cevichito en nuestro chifa..."
-" Entre aquí y le damos un trago de pisco shower gratis.."

y entonces nos quedamos ahí. Nunca me había sentido tan acosado... pero es incluso agradable...

Y a la mañana siguiente tal y como habíamos contratado viajamos en lanchas turísticas junto con más de un centenar de otros "turistas o visitantes" las islas ballestas. Todo muy ordenado y correcto ...poco turismo a pesar de las apariencias. El día era espléndido, como siempre. Fue emocionante navegar por ese mar y contemplar el Candelabro misterioso y posteriormente la reserva de animales marinos de las Islas Ballestas: leones marinos por doquier de todos los tamaños y edades, aves de lo más precioso, cangrejos, gaviotas... y guano mucho guano, toneladas de guano que es explotado como abono rico en nitrato... Siempre me pregunté, desde pequeño, al ver esos sacos que mi padre tiraba en las tierras que ponía "Nitrato de Chile" de dónde carajo sacaban esa preciosa sustancia apestosa... ahora estaba observándolo con toda propiedad lo que muchos agricultores gustaría ver ( y no porque no puedan hacerlo.. cuestión de interés y miras...) Invito a todos a que lo vean. Es fantástico. Es muy romántico o tierno ver a las leonas marinas y sus crías y sus berridos inmensos. Nos hartamos de hacer fotos.